Tengo muy fresco en mi interior
el 24 de Mayo de 2014. Tuve el honor de ir con miles de Atléticos a Lisboa pero
no puede estar con todos los que el corazón me pedía, algunos se quedaron en
Madrid por faltas de entradas, otros ya no podían viajar físicamente con
nosotros…
Recuerdo que fue un día en el que
el ORGULLO me invadía, recuerdo cruzarme con aficionados del vecino rico y
saber que nos miraban con respeto a pesar de esa prepotencia que los
caracteriza, siento la emoción de ver nuestro escudo de nuevo donde merecía, en
lo más alto, entre los mejores…
Recuerdo las lágrimas de un
chaval, que se sentaba detrás nuestro, cuando nos empataron el partido,
recuerdo la sensación de que todo estaba perdido porque nuestros jugadores se
habían dejado el alma durante 92 minutos y ya no podían más. Noto el terrible
dolor en mi garganta al gritar Atleti en ese preciso momento, después de no
haber parado de animar y el sabor metálico de la sangre en mi boca porque algo
se había roto. Noto como mi corazón se partió al ver tanta tristeza en el
Estadio da Luz…
Recuerdo que comenté con más de
un atlético y, con algún que otro seguidor del equipo contario, que este Atleti
volvería a jugar una final de Champions más pronto que tarde, una convicción
que me vino… no sé muy bien de donde… pero que para mí era una certeza
matemática, sin ninguna duda posible… La historia, el fútbol, la vida nos da
una nueva oportunidad el 28 de Mayo de 2016 contra el mismo rival demostrando
que no me había equivocado en mi afirmación. ¿Casualidad? Sinceramente no creo…
Tengo que reconocer que ha habido
muchas cosas que han ido marcando el camino hacia esta final, y no me refiero
solo a lo futbolístico, me refiero a esas pequeñas cosas que sabes que pasan
por algo…
Cuando en el año 2015 el otro
equipo de la capital nos eliminó de la Champions, uno de los atléticos que este
año se queda en Madrid por no tener entrada, César, cambió el nombre de nuestro
grupo de Whatsapp por “Destino Milán”. No os puedo explicar muy bien la
sensación pero justo en ese momento todos los pelos se me pusieron de punta…
Hace poco vi la camiseta que el
Frente Atlético va a llevar a Milán y me encantó que no hubiera ninguna mención
al rival, ni una sola, porque ya no nos importan, no significan nada, solo nos
importa el Atleti... Por eso este año yo voy a ir solo con la rojiblanca,
quiero sentir mi escudo en el corazón, quiero lucir con orgullo, pasión y honor
la rojiblanca por Milán, en San Siro, un estadio mítico para mí.
Por supuesto ha vuelto a marcar Fernando Torres, ha vuelto justo en el momento en el que más se le necesita, siente esa camiseta como tu y como yo, ni más ni menos y tiene la suerte de morir por ella en el campo. En esas noches locas de sueños imposibles te le imaginas metiendo un gol épico, uno de esos que pasa a la historia, ya lo ha hecho en dos ocasiones con la selección, pero le queda el más importante para él, para todos los atléticos, le queda ese gol que será recordado, ese que le eleve al olimpo de los dioses junto a Luis Aragones, Arteche, Marcel Domingo, Ben Barek, Adelardo, Ufarte, Garate, Futre,... ese que haga que miles de almas enloquezcan, ese que pase a la historia de su club, de nuestro Atleti...
En Lisboa me quedé con ganas de
hacer una promesa y no la hice, no tengo muy claro porque no la hice, pero así
ocurrió y esta vez no va a pasar. Si el Atleti, nuestro Atleti, gana esta final
pienso tatuarme en el brazo una frase que explica lo que es para mí este equipo
“28/05/2016 Me mata, Me da la vida”.
Si el Atleti tiene que ganar una
Champions será así: eliminando al PSV, campeón de la Liga Holandesa; eliminando
al Barça, campeón de la Liga Española; eliminando al Bayern de Munich, campeón
de la Liga Alemana y derrotando al R.Madrid, equipo con más Champions de la
historia… Nadie dijo que fuera a ser fácil, nadie dijo que fuera a ser bonito…
pero nosotros estamos acostumbrados a que no nos regalen nada, a luchar cada
victoria, a levantarnos de cada derrota, a cerrar los puños, apretar los
dientes y seguir adelante por mucho que duela o cueste, saber que todo te va a
costar el doble, porque nosotros somos distintos, ellos nunca lo van a
entender, nunca sabrán lo que es sentir ORGULLO en la derrota, nunca sabrán qué
significa luchar ante la adversidad, sentirte un extraño en tu ciudad, ser
despreciado por los medios de comunicación, ver a tu equipo descender, romperte
una mano contra la pared y renovar el abono de manera inmediata, saber que tu
vida va a ser pura pasión, pura emoción, puro delirio, pura intensidad, puro
dramatismo, pura energía… me dan mucha pena porque nunca disfrutarán de la vida
como lo hacemos nosotros.
Este viaje lo vuelvo a hacer con
una de las personas que más sabe de fútbol, si yo he aprendido algo ha sido escuchándole
en el Calderón, un hombre que controla sus emociones siempre menos en los
partidos del Atleti, que sabe estar en todo momento y circunstancia, en
definitiva, todo un SEÑOR, Don Javier. Hemos ido a todas las finales juntos,
números de abono consecutivos, en primera y en segunda, contra el Mensajero o
contra el Bayern, a 5 grados bajo cero o 40 grados a la sombra, borrachos como
cubas o serenos como un amanecer. Esos partidos, esas temperaturas, esas
borracheras las he compartido con Carlos y con César, que en breve tendrán un
numero de abono que les permitirá hacer estos viajes con nosotros, pero por el
momento no ha podido ser. Por eso, debéis tener claro que éste viaje no lo
hacemos solos, en realidad es un viaje que hacemos con vosotros, estéis donde
estéis ese sábado, porque el amor por nuestro escudo, la pasión por nuestra
camiseta, nos hace caminar juntos, apoyar sin desmayo, en las buenas o en las
malas.
Da igual que seas atlético o
atlética desde que naciste porque lo hayas mamado en tu casa, o que te hayas
revelado contra la norma y te hayas hecho del Atleti luchando contra padres y
hermanos merengues, da igual que seas del Atleti porque has compartido parte de
tu vida junto a uno y esa loca pasión te ha enganchado, da igual si has
descubierto hace poco que siempre has sido atlético o atlética pero no eras
consciente y ahora empiezas a disfrutar de esta forma de vida que se asemeja
tanto a la tuya y ya no la quieres dejar…. Carlos, César, Luis, Gemma, Jorge,
Paco, Cristina, Jose, Vero, Ana, Manoli, Mariajo, Olga, Iván, Alejandro, Guillermo,
Fernando, Borja, Esteban, Antonio, Mati… y ahora poner vuestro nombre, aunque
no os conozca, ponerlo porque viajáis conmigo, viajáis con todos los que hemos
conseguido entrada y nos vamos a dejar la vida en apoyar a nuestro equipo. Cada
grito, cada aplauso, cada cántico, cada gota de sudor, cada momento de pasión
nuestro será el vuestro.
Don Diego Pablo Simeone “El
Cholo” tiene un plan y todos lo vamos a ver. Tiene un ejército fiel a su cargo
que tienen la enorme suerte de defender nuestra camiseta. Todos nosotros
daríamos parte de nuestra vida por haber podido hacerlo en un campo de fútbol
durante un solo segundo de nuestra vida y ellos son conscientes. Van a luchar
cada centímetro cuadrado de terreno, van a dejarse el alma en el campo, nos van
a hacer sentir ORGULLOSOS… y ese ejército está respaldado por una hinchada
incondicional, incansable, inalterable, fiel, luchadora…
Por ello, nunca dejéis de creer
porque da igual lo que pase cuando el árbitro pite el final, hayamos ganado o
hayamos perdido, nosotros, nuestra forma de entender la vida es lo que marca la
diferencia y, en eso, NUNCA NOS GANARAN.
¡¡¡ FORZA ATLETI !!!
Espero ver ese tatuaje, tremendo.....
ResponderEliminarSin palabras... la afición atletista es y será siempre la mejor del mundo.
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