domingo, 22 de diciembre de 2013

COMO EN LOS VIEJOS TIEMPOS



Ayer ganamos al Levante como en los viejos tiempos, y no me refiero con el terrible "sufriendo" que tanto daño nos ha hecho, sino con el "luchando" que es nuestra seña de identidad.

Todos esperábamos al típico equipo de Caparrós, rocoso defensivamente, marrullero y conservador. Aunque los dos primeros conceptos se cumplieron a rajatabla, en especial el segundo con jugadores que perdían el tiempo dando vueltas por el césped al mínimo contacto, como si en lugar de faltas leves les hubiéramos pegado dos tiros en el pie; el tercero no tanto. El Levante salió bastante enchufado, tanto que en el primer minuto nos meten un gol. Saben aprovechar el hueco que Diego Godín deja en el centro de la defensa e Ivanschitz no falla. Es muy curioso, la grada simplemente anima, no se preocupa ni se desespera (o casi toda porque en el fondo norte hay demasiado "entrenador" que no tiene ni puta idea de fútbol, espero que los Reyes Magos traigan muchos bozales estas fiestas...) porque este equipo no decepciona, podremos ganar o perder pero la entrega, las ganas y la lucha vienen de serie. Son tres conceptos que siempre han marcado nuestra identidad, que durante varios años habíamos perdido y que Don Diego Pablo Simeone nos ha devuelto.

En realidad no esperábamos empezar el partido perdiendo y menos ver como el siguiente remate a puerta también era del Levante. Barral aprovecha un fallo defensivo de Miranda (probablemente el primero de toda la temporada) y remata a bocajarro. Justo en ese momento aparece Courtois demostrando que un portero también da puntos con sus paradas. Simplemente PARADON.

El Atleti se empieza a quitar la presión como sabe, a base de jugar al fútbol, tomar el control del partido y emperzar a rematar a puerta. Después de varios intentos, en el minuto 30 Juanfran pone el balón de manera magistral en el área y Godín arregla el desaguisado del primer gol en contra con un remate de cabeza de manual. Imparable. Lo celebra con rabia, con ganas, con hambre...

Una vez tomada la linde es difícil perderla y seguimos a lo nuestro, atacando como un martillo pilón. Así, al poco de empezar la segunda parte Gabi (madre mía que temporada del capitán) pone un balón al segundo palo que remata Diego Costa. A día de hoy le tirás un balón de rugby y lo remata con efecto perfecto. Simplemente en estado de gracia.

En el minuto 56 el Atleti cae en un cúmulo de errores defensivos. Sacamos un corner, la defensa levantinista despeja y ahí comienza el festival del error. Koke, muy blandito, se lía y no sabe si despejar o si centrar y Barral con más decisión se lleva el balón. Filipe Luis se tira al suelo para robar pero el rebote se lo lleva el jugador granota que se lanza como un rayo hacia la portería del Atleti. Ni Koke ni Juanfran son capaces de llegar y Barral mete un golazo. Nada que decir.

Lo mejor es que no hubo reproches del resto de compañeros, solo ganas de coger el balón ponerlo en el círculo central y sacar para meter el tercero. Seguimos atacando y aunque los nervios empiezan a aparecer por la proximidad del final del partido tampoco perdemos el control. Así en el minuto 75 el Levante comete penalti sobre Juanfran que lanza el de Lagarto y nos pone por delante. Por cierto, insisto en este punto, que mal lanza los penaltis Costa, pero es evidente que los va a tirar a lo largo de la temporada y vaticino que puede darnos hasta algún titulo en la tanda de penaltis...

Después de este gol el Levante va a por el empate y lanza varios córners seguidos con jugadas entre guarras, raras, desafortunadas... En fin, caparrosismo en estado puro.

Lo más importante es la victoria, los tres puntos, las sensaciones que deja el equipo que se levanta ante la adversidad, dos veces en un mismo partido, que lucha cada balón como si fuera el último, que no hace prisioneros, que no desfallece, que puede ganar o perder pero que es el Atleti, un grande.

¡¡¡ FORZA ATLETI !!!

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