Cuando el Atleti se
enfrenta al eterno rival, me recuerda a esos chavales que para conquistar a la
chica de sus sueños cambian su colonia habitual, se visten de manera totalmente
diferente a su estilo, se peinan con raya en lugar de su pelo alborotado y
cambian su carácter a algo que ni se parece a su forma de ser… para que al
final la chica de sus sueños solo quiera amistad.
El Atleti de ayer cambio
su identidad por algo que ni se le parecía y perdimos 2 – 0 en el Santiago
Bernabeu.
El partido lo viví en el
Sport Arena del Vicente Calderón junto a mi chica, rodeado de los nuestros, sin
vecinos intrusos. El ambiente espectacular, mucho mejor de lo que esperaba. La
ilusión por ganar al Real Madrid después de 13 años se palpaba desde un par de
horas antes. Muchos de los que estaban viendo el partido habían estado por la
mañana en el entrenamiento del Atleti a puerta abierta, en una marea de 21.000
atléticos.
El Cholo es muy
inteligente y mucho más estratega de lo que se pueda pensar y abrió las puertas
del Calderón para que los jugadores sintieran lo que es un derbi para nosotros.
No es solo la rivalidad deportiva, es la rivalidad entre vecinos, entre
compañeros de trabajo, entre enamorados… es el día a día. El madridista solo
piensa en la deportiva y por eso no nos entiende ni nos entenderá.
Viendo las fotos y
comentarios que algunos jugadores colgaron en Facebook y twitter, es evidente
que se sorprendieron y puede que incluso alguno pensara que había que ganar por
esos locos rojiblancos.
La realidad es que el
Atleti de ayer no era, ni por asomo, el Atleti de esta temporada, en donde la
transición defensa – ataque se hace rápida y con control. Ayer no hubo nada de
control en el centro del campo rojiblanco, la tónica en nuestro juego fue no
tener el balón, dárselo al Madrid y jugar al contragolpe con balones largos,
que en la mayoría de las ocasiones eran despejes defensivos más que jugadas de
ataque, para que Falcao corriera como un pollo sin cabeza y para que Diego
Costa se pegara con todo el mundo.
Como muchos de vosotros
sabéis, no es un jugador que me guste mucho, pero parece que ayer era el que
más sentía la camiseta, eso sí, bastante revolucionado y se jugó la expulsión
en varias ocasiones, pero no se dejó avasallar por los centrales merengues.
Para jugar un buen
contragolpe, lo primero es una buena presión, muy arriba y ayer no existió eso,
curioso ya que es uno de los ABC de este equipo. Era evidente que el Madrid
llegaba al centro del campo sin ningún tipo de problema. Sin embargo los de Concha
Espina presionaban a los nuestros con dos e incluso tres jugadores sin dejarnos
pensar, robando balones y saliendo como balas, que lo hacen muy bien, porque no
saben hacer otra cosa que no sea correr.
La medular de nuestro
equipo se vio desbordada. Gabi y Mario Suárez, que están jugando a un alto
nivel, no dejan de ser dos centrocampistas que siempre son un 6,5 de
valoración, lo cual es bueno si al lado tienes un jugador de 8 ó 9 como Diego
Ribas, pero si no lo tienes te falta algo…
Ardá y Koke intentaron
hacer diagonales, sobre todo el turco que es el jugador que puede marcar la
diferencia con sus movimientos y regates, pero ayer no salían las cosas.
Por último, es increíble
que Cristiano Ronaldo, probablemente uno de los jugadores con peor porcentaje
de aciertos en las faltas directas, nos meta goles de falta. Ayer otro más.
Sinceramente le veo muy motivado cuando juega contra nosotros y eso me gusta
porque para él es un partido importante donde lucirse. Eso nos faltó ayer,
algún jugador rojiblanco que quisiera lucirse y por eso me quedé decepcionado,
porque no jugamos como nosotros lo hacemos, porque ningún jugador del Atleti me
demostró nada, fuimos ramplones en nuestro fútbol, en nuestro esfuerzo y en
nuestro compromiso con la grada. Esperábamos mucho y hemos recibido muy poco…
Sin embargo, como dice
nuestra canción “… jamás, jamás, te dejará esta hinchada, que en las buenas o
en las malas, nunca deja de animar…”
Mucho ánimo compañeros de
pasión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario