Lo único que se me ocurre para resumir el partido de ayer es
una primera parte para soñar viendo a un equipo ganador y con ansia de títulos
y una segunda para olvidar observando una versión mala del equipo de Manzano…
No me gustaron los cinco primeros minutos del Atleti.
Supongo que ese extraño horario de las siete de la tarde entre semana no le
sentó bien a nadie. En general el ambiente es frío, poco animado; normal,
teniendo en cuenta que la mitad de la grada está trabajando o desplazándose para
intentar ver por lo menos la segunda parte.
Nos costó acoplarnos, cometimos muchos errores en pases
fáciles, no se cogieron bien las marcas y eso provocó que el primer tiro a
puerta con peligro fuera del Besiktas. Pero poco a poco la cosa empezó a cambiar
y comenzamos a tener ocasiones claras de gol, como una de Falcao fallando
delante del portero una ocasión clarísima. ¿Por qué intenta meterla por debajo
de las piernas cuando era más fácil al lado contrarío? Cosas de los delanteros…
El dominio rojiblanco era ya total y solo faltaba meter el
gol, hasta que al final Salvio consiguió abrir la lata.
Salvio, que jugador más raro. A mí , como a Dinio, me tiene
confundido. ¿Cómo un tipo que mete dos goles en un partido me deja la sensación
de que es un paquete…? Tiene cosas de gran calidad, como el segundo gol
picándola por encima del guardamete con gran maestría. Pero esas gotas de
técnica se difuminan con otras de jugador de regional y sino recordar que el
empate del Sevilla viene por una estupidez de este muchacho que no sabe que
hacer con la pelota. Ayer tuvo varias de esas. No me gustan los jugadores tan
impredecibles en su calidad durante un partido, al final desestabilizan un
ataque.
El segundo gol de Toto da tranquilidad al equipo, todo el
mundo sabe, ve que somos superiores. En realidad, estamos machacando al rival a
base de toque, velocidad, presión, regates... Los jugadores turcos no dan dos
pases seguidos e incluso Quaresma es pitado por sus aficionados. Por cierto,
este jugador no quiso venir al Atleti hace muchos años, alegando que él no
conocía a este equipo… pues toma, tres goles para que no te olvides de
nosotros.
Adrián mete un tercer gol que sería portada en cualquier
periódico si vistiera otra camiseta, pero ya sabemos lo que pasa con nuestro
equipo. Regatea hasta a su sombra y suelta un disparo imparable a la parte
inferior del larguero. No doy crédito, por un segundo ví al Kun otra vez en el
Calderón, pero esta vez en la versión asturiana.
Empieza la segunda parte. El resultado es 3 – 0, pero podría
ser 4, 5 o incluso 6 a 0. Pero todo se va por el desagüe.
Somos un cochazo con la batería descargada. Según comenzó la
segunda parte se vio claro que los jugadores no habían salido igual, se habían
ido del partido. No me puedo llegar a creer que se confiaran, dando por sentado
que el 3 – 0 era definitivo, porque el Cholo no permite esa falta de actitud,
así que lo achaco a la falta de físico de nuestros jugadores, que aguantan
hasta el minuto 55 y poco más.
En su descargo diré que la intensidad con la que jugamos
desgasta a cualquiera y más cuando tienes tantos jugadores tocados y poca
profundidad de banquillo. En las últimas semanas hemos jugado partidos a cara
de perro luchando hasta el límite y prácticamente con el mismos 11 – 12
jugadores todos los encuentros.
Eché mucho en falta a Don Diego Ribas. Este jugador es todo
un referente en el centro del campo y ayer hubiera controlado la segunda parte
prácticamente sin despeinarse. Gabi, aunque ha mejorado mucho, se vio
desbordado y no es capaz de dar la tranquilidad al equipo que necesitábamos
ayer y más después del golazo de Simao. Los turcos olieron la sangre y se fuero
a por el partido.
Mario Suárez es un jugador que sigue sin aportar nada, es
plano. No sé ni que decir porque no creo que aportara nada ayer, sin embargo
Koke está creciendo partido a partido. El pase del primer gol a Salvio es de
una calidad impresionante y el segundo más de lo mismo. La diferencia entre
Salvio y Koke es que el argentino aparece y desaparece y Koke es constante
hasta que las fuerzas le aguantan. En la segunda parte casi no apareció.
Tuvimos fortuna porque el Besiktas pudo haber marcado algún
gol más pero Courtois también juega y ayer nos salvo de un resultado más
apretado.
Al final me fui del Calderón con una sensación agridulce,
porque los goles de la primera parte fueron preciosos y el juego ilusionante,
pero les hemos dado vida con ese gol tonto.
Confío mucho en los nuestros y estoy seguro que marcaremos
en Turquía, pero hemos pasado de tener un partido fácil, a tener que luchar
desde el principio.
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